¿Cuáles son los criterios para categorizar a una sociedad como «empresa en crisis»?

En medio de un entorno empresarial cada vez más competitivo y en constante cambio, muchas empresas se encuentran enfrentando dificultades financieras y, en algunos casos, llegan a una situación crítica que las clasifica como «empresas en crisis». Pero, ¿cuáles son los criterios que definen a una sociedad como tal?

Desde Noguerol, abordaremos los aspectos clave que determinan si una empresa se encuentra en una situación de crisis y la necesidad de adoptar un enfoque técnico y especializado para superar el bache con éxito.

Definición y alcance de una empresa en crisis

Para comprender en mayor profundidad los criterios que categorizan a una sociedad como «empresa en crisis», es relevante tener en cuenta el marco normativo establecido por organismos como la Comisión Europea.

Según el artículo 2.18 a) del Reglamento UE No 651/2014, se considera «empresa en crisis» a aquella que cumpla al menos una de las siguientes circunstancias:

A. Si se trata de una sociedad de responsabilidad limitada, y más de la mitad de su capital social suscrito ha desaparecido como resultado de pérdidas acumuladas.

B. Si se trata de una sociedad en la que al menos algunos socios tienen una responsabilidad ilimitada sobre la deuda de la sociedad, y más de la mitad de sus fondos propios registrados en contabilidad han desaparecido debido a pérdidas acumuladas.

C. Si la empresa se encuentra inmersa en un procedimiento de quiebra o insolvencia, o si cumple con los criterios establecidos en su Derecho nacional para ser sometida a un procedimiento de quiebra o insolvencia a petición de sus acreedores.

D. Si la empresa ha recibido ayuda de salvamento y aún no ha reembolsado el préstamo o finalizado la garantía, o si ha recibido ayuda de reestructuración y todavía está sujeta a un plan de reestructuración.

E. Si se trata de una empresa que no es una PYME (Pequeña o Mediana Empresa), y durante los dos ejercicios anteriores ha tenido una relación deuda/capital superior a 7,5 y una relación de cobertura de intereses, calculada sobre la base del EBITDA, por debajo de 1,0.

Si no has contado con una buena dirección financiera externa, o directamente has prescindido de contar con asesoramiento especializado, es probable que tarde o temprano tu empresa acabe enfrentándose a esta situación.

Por tanto, estos criterios legales proporcionan una base clara para determinar la situación de una empresa y su clasificación como «empresa en crisis». Sin embargo, es importante recordar que la aplicación de estos criterios puede variar según el contexto legal y normativo específico de cada país.

Criterios financieros que indican que una empresa está “en crisis”

En línea con los criterios establecidos por la Comisión Europea, los aspectos financieros desempeñan un papel crucial en la identificación de una empresa en crisis. Los indicadores financieros permiten evaluar la salud económica de la empresa y su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras.

La falta de liquidez es uno de los criterios clave. Una empresa con problemas de liquidez enfrenta dificultades para cubrir sus obligaciones a corto plazo, como el pago de proveedores o la financiación de las operaciones diarias. Esto puede llevar a retrasos en los pagos, acumulación de deudas, falta de acceso a financiamiento adicional o incluso a la disolución de una empresa.

El alto endeudamiento también es un factor a considerar. Una empresa con niveles de endeudamiento excesivos puede tener dificultades para cumplir con sus compromisos financieros y estar expuesta a un mayor riesgo de insolvencia. Esto puede estar relacionado con una gestión inadecuada de la deuda, un crecimiento excesivo basado en créditos o cambios adversos en el mercado que afectan negativamente la capacidad de generar ingresos suficientes para cubrir los gastos y pagar la deuda.

Otro criterio financiero importante es la disminución de los márgenes de ganancia y la falta de rentabilidad sostenida. Una empresa que experimenta una reducción en sus márgenes de ganancia y no logra generar beneficios consistentes puede estar en una situación de crisis. Esto puede ser el resultado de diversos factores, como una disminución en la demanda de sus productos o servicios, una competencia agresiva o problemas internos de gestión.

La incapacidad para cumplir con los pagos de deudas y obligaciones también es un indicador claro de una empresa en crisis. Si una empresa se encuentra en una situación en la que no puede hacer frente a sus compromisos financieros y no encuentra soluciones viables para resolver sus deudas, puede ser necesario considerar desde reestructuraciones hasta procesos de insolvencia.

Criterios operativos y de gestión que evidencian la crisis de una empresa

Además de los criterios financieros, los aspectos operativos y de gestión son fundamentales para evaluar si una empresa se encuentra en una situación de crisis. Estos criterios nos ofrecen una visión más amplia de la situación empresarial y pueden indicar problemas subyacentes que afectan la salud general de la empresa.

La falta de eficiencia en los procesos operativos puede ser un indicio claro de una empresa en crisis. Si existen ineficiencias en la cadena de suministro, en la producción o en la prestación de servicios, esto puede afectar negativamente la rentabilidad y la capacidad de competir en el mercado.

La disminución de la productividad también puede ser un síntoma de una empresa en crisis. Si los empleados y los recursos no se utilizan de manera eficiente, puede haber un deterioro en la capacidad de generar ingresos y cumplir con los objetivos empresariales. Esto puede ser resultado de problemas de motivación, falta de capacitación o incluso malas prácticas de gestión.

La falta de innovación y la obsolescencia de la oferta son factores a considerar en la evaluación de una empresa en crisis. En un entorno empresarial altamente competitivo y en constante evolución, la capacidad de adaptarse a las demandas del mercado y ofrecer productos o servicios relevantes es esencial. Una empresa que no puede mantenerse al día con las tendencias o no logra innovar corre el riesgo de quedar rezagada y perder cuota de mercado.

Es importante destacar que estos criterios operativos y de gestión están estrechamente relacionados con los criterios financieros. Problemas en la eficiencia operativa o en la gestión pueden tener un impacto directo en los resultados financieros de la empresa y, por lo tanto, contribuir a su clasificación como «empresa en crisis».

Perspectivas para superar la crisis empresarial

Una vez que una empresa se ha clasificado como «empresa en crisis» en base a los criterios financieros y operativos, es vital considerar las perspectivas y soluciones para superar esta difícil etapa. La ley concursal y las prácticas internacionales ofrecen diferentes alternativas para reestructurar y recuperar empresas en crisis.

Entre las opciones disponibles se encuentran los procesos de reestructuración financiera, la renegociación de deudas, la búsqueda de inversores o socios estratégicos, y en algunos casos, la liquidación ordenada como último recurso. Cada situación es única y requiere un análisis detallado para determinar la mejor opción para la empresa en crisis.

Es fundamental que los empresarios en dificultades busquen asesoramiento legal y financiero especializado para evaluar las diferentes alternativas y tomar decisiones informadas.

Además, la colaboración con expertos en insolvencias y reestructuraciones como Noguerol puede brindar una perspectiva objetiva y una visión experta, que ayudará a encontrar soluciones adaptadas a las necesidades y particularidades de cada empresa.